Las Lágrimas de Shiva»: Un imperdible para los fanáticos de César Mallorquí
Capítulo 1: El bacilo de Koch
El libro está ambientado en el año 1969, una época marcada por la dictadura de Franco en España.
El padre de Javier sufre de tuberculosis, una enfermedad grave en aquel entonces. Para recibir tratamiento, es enviado a un sanatorio durante cinco largos meses. Durante su estancia, su esposa lo visita regularmente, pero sus hijos, incluido Javier, no pueden hacerlo debido al riesgo de contagio. Un día, su madre les comunica que su padre volverá a casa, pero la familia se separará temporalmente. Alberto, el hermano de Javier, irá a vivir con el tío Esteban, mientras que Javier residirá con su tía Adela y sus dos hijas en Santander.
Al llegar a casa de su tía Adela, Javier se enfrenta a las bromas de su hermano sobre la situación, aunque las hijas de su tía son ahora mujeres jóvenes y atractivas. Este comentario provoca incomodidad en Javier, quien desconfía de las intenciones de su hermano. Su madre le muestra fotos de sus primas, Rosa, Margarita, Violeta y Azucena, y le revela la historia de la familia Obregón, conocida en toda España por sus riquezas y secretos, incluido el misterio de «Las Lágrimas de Shiva».
La familia residía en Villa Cantabria, donde su padre, Luis, se dedicaba a «inventar». Sin embargo, aunque en el pasado fueron muy ricos, el presente se presenta más modesto. La madre de Javier le aconseja con delicadeza que investigue sobre el caso de «Las Lágrimas de Shiva», un tema delicado que aún suscita controversia en la sociedad. Mientras se prepara para partir, Javier aprovecha el tiempo con sus amigos antes de emprender este nuevo capítulo de su vida.
Capítulo 2: Villa Candelaria.
La jornada de Javier comienza con la emotiva despedida de su madre y su hermano en la estación, antes de embarcarse en un viaje en tren hacia Santander. Durante el trayecto, se sumerge en la lectura de un libro de ciencia ficción, dejándose llevar por las aventuras que ofrece su imaginación. Con el paso de las horas, el cansancio lo vence y se entrega al sueño reparador, interrumpido brevemente por pausas para comer y descansar.
Al llegar a su destino, Javier espera pacientemente a su tío durante quince minutos antes de ser recibido en un relámpago de adrenalina a bordo del potente Jaguar de este último. Rápidamente, alcanzan la residencia familiar, donde la tía Adela lo recibe con cordialidad y le recalca lo mucho que ha crecido desde su última visita. Aunque la casa parece tranquila, solo se encuentran presentes Margarita y Azucena, las hijas de la tía Adela.
Guiado por su tía, Javier es conducido a su hermosa habitación, donde el agotamiento del viaje lo sume en un profundo sueño. Dos horas más tarde, despierta con el rostro amable de Marga, quien lo invita a conocer el hogar. En un rincón adornado con cuadros, queda fascinado por la imagen de Beatriz Obregón con «Las Lágrimas de Shiva», una obra que despierta su curiosidad. Sin embargo, su pregunta sobre el tema es evadida por Marga, quien prefiere cambiar de tema.
La cena se convierte en un encuentro con el resto de la familia: Violeta y Rosa. Con tímidas conversaciones sobre libros, Javier se conecta con Violeta antes de ser cautivado por la amabilidad y cariño de Rosa. Durante la cena, su tío le promete construirle una televisión para que pueda presenciar el alunizaje, mientras Violeta, con su sarcasmo característico, añade un toque de humor a la velada.
Antes de retirarse a descansar, Javier experimenta una extraña sensación al parecer vislumbrar un fantasma y percibir un misterioso olor a nardos, que despiertan en él una sensación de intriga y desconcierto.
Capítulo 3: Perpetuum Mobile.
Un día, encontrándose solos en el hogar, Javier, Violeta y su tío se reúnen en el sótano debido a la lluvia. Durante la conversación, Javier se sumerge en el mundo de los inventos de su tío, quien le explica detalladamente su trabajo. Sin embargo, al retirarse del lugar, Javier experimenta nuevamente una alucinación, percibiendo la presencia de un fantasma mientras se encuentra con Violeta. La misteriosa aparición viene acompañada de un aroma a nardos, añadiendo un elemento intrigante a la escena.
Al día siguiente, en presencia de las cuatro primas de Javier, Ramona y su tía Adela, la actividad se traslada al encerado del suelo. Javier, en calcetines, se une a la diversión, deslizándose sobre el suelo encerado en compañía de sus primas. Más tarde, entabla una breve conversación con Azucena antes de retirarse para cambiarse de ropa. Sin embargo, se ve sorprendido al encontrarse con Margarita duchándose, lo que desencadena una reacción nerviosa y avergonzada en Javier, quien se retira precipitadamente a su habitación.
Posteriormente, Violeta visita a Javier, entregándole un libro que despierta en él una ansiedad palpable. Durante la tarde, Javier se sorprende al ver a su prima Margarita, conocida por su rebeldía, dedicada a bordar como una verdadera señorita burguesa. En un encuentro secreto, Margarita y Javier pactan mantener en secreto el incidente de la ducha, asegurando así la discreción mutua. Además, Margarita le obsequia a Javier un dibujo, consolidando así su complicidad.
Al día siguiente, Javier y Violeta acuerdan visitar el cementerio para que esta última pueda compartir con Javier la intrigante historia de Beatriz Obregón y «Las Lágrimas de Shiva».
Capítulo 4: La extraña historia de Beatriz Obregón.
Beatriz, con apenas 22 años, falleció trágicamente y, en un giro inusual, no fue enterrada junto al resto de su familia. Su padre, Teodosio, tuvo dos hijos: un hijo varón que contrajo matrimonio temprano y Beatriz, quien estaba comprometida con Sebastián, el hijo de otra familia adinerada, los Mendoza. Como regalo de compromiso, Sebastián le obsequió un collar conocido como «Las Lágrimas de Shiva». Este collar estaba compuesto por cinco esmeraldas enormes, cada una con su propia leyenda. La historia cuenta que Shiva, desilusionado por la acción de Ravana en su lucha contra Vishnu, derramó cinco lágrimas tras presenciar la muerte de su esposa, Durga, a manos de Ravana. De ahí el nombre del collar. La boda estaba programada para el año 1901, pero Beatriz nunca se presentó. Se rumorea que decidió vender el collar para comenzar una nueva vida, lo que avergonzó a su familia y desencadenó una guerra entre los Obregón y los Mendoza.
Después de unos días, Javier devolvió el libro a Violeta y le ofreció otro de su propia colección. Así comenzaron a intercambiar libros durante varios días. Sin embargo, al regresar a su habitación, Javier descubrió que alguien había escrito sobre el libro «Frankenstein». Intrigados, Javier y Violeta se preguntaron quién podría ser el «Savanna» y dónde se encontraba un lugar llamado «Las Herrerías», mencionados en el texto. Posteriormente, Javier presenció por segunda vez a Rosa bajando por el canalón, y Marga le reveló que mantenía un romance secreto con un hijo de los Mendoza. Ante estos sucesos, Violeta invita a Javier a visitar la playa, después de haber descubierto qué es el «Savann».
Capítulo 5: Savanna.
En la playa, Javier contempló por primera vez la belleza de su prima mientras ella dormía, y en un momento de descuido, su mirada se desvió hacia sus senos. Sin embargo, su vergüenza fue evidente cuando ella abrió los ojos repentinamente, causando que Javier desviara la mirada y se sonrojara. Sorprendentemente, ella le reveló que las flores secas que habían visto en el cementerio, sobre la tumba de Beatriz, habían sido reemplazadas por flores frescas, y nadie en la familia había realizado ese cambio. Después de vestirse, se dirigieron juntos a Puerto Chico, donde visitaron una tienda especializada en artículos marinos. Violeta ya conocía al dependiente, a quien presentó a Javier. Luego, Violeta buscó un álbum y les mostró que el Savanna era una goleta comandada por Simón Cienfuegos, descrito como un mulato según Abraham Bárcena. Según la información recopilada, Beatriz alquiló un pasaje en ese barco y partió en él. Javier y Violeta especularon sobre la posibilidad de que Simón estuviera implicado en la desaparición de Bea, tal vez incluso habiéndola asesinado y arrojado su cuerpo al mar. Más tarde, cuando Javier exploraba el desván, fue sorprendido por Violeta, quien le lanzó una broma antes de disculparse y explicarle que allí se guardaban las notas que Javier había registrado. Luego, Violeta mostró a Javier las pertenencias de Bea.
Capítulo 6: La mano en el espejo.
Javier pasa muchas noches en la playa, sumido en sus pensamientos sobre sus primas y lamentando perderse el histórico alunizaje. Sin embargo, su decepción se transforma en asombro cuando, a la mañana siguiente, su tío Luis le presenta una televisión construida por él mismo, que funciona perfectamente. Con la antena correctamente instalada, reúne a toda la familia para presenciar juntos el evento. Durante la transmisión, se relata el momento histórico del alunizaje de Armstrong, seguido de la indignación expresada por Margarita sobre el tema y las teorías de defensa planteadas por Javier.
Mientras se duchaba, Javier descubre algo escrito en la pared de la ducha: «Amalia». Intrigado, busca a Violeta, desnudo y con prisa, quien se sorprende por su repentino arrebato. Al ver el mensaje, ella le revela que es obra de Bea, asegurándole que, gracias a Javier, Beatriz encontraba la fuerza necesaria para enfrentar sus desafíos.
Capítulo 7: Del amor y otros desastres.
Al día siguiente, los dos adolescentes decidieron adentrarse en el desván bajo la excusa de organizarlo. Mientras tanto, tío Luis pasaba la mayor parte del día frente al televisor, hasta que finalmente se cansó de él y lo desmontó. Días de trabajo en orden y limpieza siguieron, hasta que una tarde, descendieron y presenciaron una acalorada discusión entre Luis y Germán Mendoza, relacionada con la relación entre Rosa y Gabriel. La confrontación desembocó en una reprimenda severa por parte de Luis hacia su hija, prohibiéndole salir de casa y usar el teléfono hasta el final del verano. A pesar de las tensiones, los cuatro primos permanecían unidos, y Javier se vio privado incluso de disfrutar de la playa debido a las constantes lluvias.
Durante una cena, Rosa abandonó la mesa antes de terminar su comida, lo que provocó una confrontación con su padre. Margarita intervino, instando a su padre a no tratar a Rosa como si fuera un perro por disputas familiares pasadas y desactualizadas. En respuesta, Luis explicó que los Mendoza habían acusado a su abuelo (el de Margarita) de colaborar con los rojos, lo que le llevó a pasar dos años en prisión y perderlo todo. Luego, Rosa llamó a Javier por la mañana y le pidió que entregara una carta a Gabriel, lo cual hizo. Por la tarde, mantuvo una conversación con Gabriel, quien, a pesar de ser hijo de un millonario, se comportaba más como un estudiante de izquierdas. Gabriel reveló que los Mendoza no se molestaron por la boda cancelada, sino por el hecho de ser dejados plantados en el altar. Tras una charla y algunas bebidas, Javier regresó a casa con sus primas, quienes inventaron una historia para cubrir su ausencia ante sus padres, diciendo que él se sentía mal. A la mañana siguiente, habló con Ramona, la asistenta, sobre su embriaguez y ella le proporcionó algunos remedios para recuperarse. En la biblioteca, tuvo un encuentro inesperado con Ramona, quien pronunció el nombre «Amalia». Sorprendido, Javier le preguntó quién era, y ella reveló que era la criada de Beatriz y aún estaba viva. Javier corrió a contarle la noticia a Violeta, pero ella reaccionó bruscamente por su estado de embriaguez y su respuesta grosera a Rosa.
Capítulo 8: La vieja doncella.
Violeta y Javier decidieron confrontar a Amalia en su casa, pero al marcharse, percibieron que les estaba ocultando la verdad. Al regresar a Villa Candelaria, se aventuraron a explorar el desván y descubrieron un escritorio perteneciente a la habitación de Beatriz. Dentro de él, hallaron un compartimento secreto que guardaba una carta dirigida a Beatriz, escrita por Simón Cienfuegos.
Capítulo 9: La carta.
La carta revelaba el viaje de Simón de Santander a Estados Unidos y de vuelta a Santander por Beatriz. Los primos se encontraron sin palabras, su teoría había sido desmentida. Además, descubrieron otra carta de Beatriz dirigida a Simón, lo que transformaba la historia de crímenes en una historia de amor. Al día siguiente, regresaron a casa de Amalia, quien finalmente les reveló la verdad: Simón y Beatriz se habían fugado antes de que ella se casara. Simón le había mentido a Beatriz diciéndole que ella había fallecido en Jamaica debido a unas fiebres.
Capítulo 10: El aroma de nardos.
Javier se despertó nuevamente durante la noche, sintiendo la presencia del fantasma una vez más. Esta vez, el espíritu lo guió hasta el desván. Al llegar, Javier encontró el compartimento secreto del escritorio, pero para su sorpresa, ¡estaba vacío! Al regresar a su habitación, se percató de que el collar, Las Lágrimas de Shiva, había estado allí y alguien se lo había llevado. Descubrió que la responsable era Amalia. Decidió regresar a su casa y confrontarla, y ella devolvió el collar. Con el collar recuperado, toda la familia celebró el feliz desenlace.
Capitulo11: Las Lágrimas de un dios.
Después de la emotiva celebración por la recuperación del collar, cada miembro de la familia expresó su sincero agradecimiento hacia Javier por su valiente gesto. Las muestras de gratitud inundaron la atmósfera de Villa Candelaria, donde el aprecio hacia Javier se manifestaba en cada palabra de agradecimiento y en cada gesto de reconocimiento.
Entre la gratitud y la alegría compartida, los ojos de Violeta y Javier se encontraron en un instante cargado de un significado especial. Una mirada que, sin palabras, expresaba un sentimiento que estaba comenzando a florecer entre ellos, una conexión inesperada que se abría paso entre los acontecimientos.
Al día siguiente, en un giro inesperado, Gabriel tomó la iniciativa y decidió disculparse por sus acciones pasadas. No solo eso, sino que también se armó de valentía y solicitó la mano de Rosa a su padre, Luis. Ante esta petición, Luis, sorprendido pero complacido, aceptó ambas cosas con una mezcla de emociones en su rostro. Sin embargo, consciente de la influencia de Germán, el patriarca de los Mendoza, en la familia, Luis no pudo evitar preguntarle a Gabriel qué opinaría su tío sobre esta decisión. La respuesta de Gabriel, firme y decidida, demostró su determinación y su confianza en sí mismo, al afirmar que no le importaba en absoluto la opinión de Germán. Este acto de independencia y autoafirmación revelaba una nueva faceta de Gabriel, distinta a la sumisión pasada ante las expectativas familiares.
Capítulo 12: Azucena.
Marga decide ir a la playa con poca ropa, lo que llama la atención de un policía que intenta detenerla. En un acto de defensa, Azucena le muerde el brazo al oficial, lo que resulta en que todos terminen en la comisaría. Luis tiene que ir a recogerlos, sumido en la preocupación por la situación.
Con solo tres semanas antes de su partida, Violeta comienza a hacer preguntas a Javier, pero las respuestas no la convencen y se marcha, dejando a Javier en una incómoda situación. Azucena señala que Violeta está claramente interesada en Javier, como lo indica su arreglada apariencia solo para verlo.
De repente, Javier siente la urgencia de ir a la habitación de Violeta, y terminan besándose en un momento de intimidad y complicidad. A medida que llega el momento de la despedida, todos se reúnen para decir adiós a Javier. Su despedida con Violeta se destaca por un beso apasionado, y el característico aroma a nardos le recuerda a Beatriz, evocando una serie de emociones y recuerdos en Javier.